lunes, 28 de junio de 2010

Antes de partir a Rusia...


¡Hola gente!

A menos de dos semanas de mi regreso a España, ¡toca actualización!
Después de casi cinco meses viviendo en el báltico, para mí esto es como mi hogar. Es curioso vivir en un país en el que no entiendes el idioma, en el que cientos de personas pasan a tu lado... y nada entiendes. Me he acostumbrado a que los mendigos vengan a mí en las calles, a ver gente rubia por todos lados, letonas con cuerpos de pasarela y aceras en mal estado. Creo que se me hará más que extraño volver a las facilidades: hablar español, llegar a casa y tener el plato puesto, no trabajar, no depender económicamente de mi dinero... Estoy a la espera del cambio, pero sinceramente temo que la vuelta a la normalidad resulte demasiado insípida.

Supongo que en Letonia he aprendido a hacer frente a todo tipo de adversidades, enfrentándome probablemente a una de las culturas europeas más distantes de la española en Europa, un idioma desconocido, temperaturas extremas, nivel de vida más bajo...
Sin embargo para mí todo ha resultado una ventaja. En España jamás podría pagar tan poco por una habitación como la que tengo con una de las mejores vistas de todo el país. Seguramente los turistas que visiten Letonia negarán que sea barato, pero después de 5 meses, creo que estoy en mi derecho de desmentir tal afirmación. Claro, el “turisteo” nunca ha sido barato, pero uno que sabe los trucos de vivir en Letonia, aprende a vivir cómodamente con un gasto bien escaso.

En los países bálticos se tiene en cuenta al estudiante. Presentando el ISIC (tarjeta internacional del estudiante) se pueden conseguir interesantes descuentos en el transporte y tickets para museos. Desconozco el porcentaje exacto, pero en general en Letonia hay muchos más universitarios que en España. Curiosamente aquí no se disfrutan de las becas que en España, y los estudios no son precisamente baratos. Por eso, en la gran mayor parte de los casos, los estudiantes trabajan a media jornada o incluso a jornada completa. Es habitual alargar los estudios hasta los 30 años, edad hasta la cual se trabaja y estudia con poco tiempo para el descanso.

Letonia es un buen país para visitar, estar de Erasmus, pero no para vivir. Las jornadas laborales de 8 horas como máximo establecidas por ley, en gran parte de los casos no se cumplen. Para mí es muy cómodo tener un supermercado que abre hasta las 12 de la noche todos los días (incluidos domingos), pero desde luego para las cajeras no debe ser muy agradable vivir al lado de una caja registradora. En adicción, las pensiones rondan los 150 – 200 euros.

Existen algunas viejecitas por las calles que se dedican a pedir dinero. Por todos los que vivimos aquí, es de sobra bien conocida esa señora de avanzada edad (cada día mejor vestida) que se dedica a cantar canciones de la era soviética enterneciendo el corazón de todos los turistas que pasan a su lado. He de suponer que esa mujer no necesita ningún tipo de pensión. Esa mujer, situada estratégicamente en el lugar por donde más turistas circulan, debe acumular cientos y cientos de lats...

Por otro lado, he de decir que la policía letona es totalmente corrupta. Por muchos es sabido la corrupción que existe en la policía rusa, la cual sin motivo alguno puede llegar a robarte sin más. En Letonia el tema no es tan descarado y por supuesto, no podría imaginarme que un policía me detuviese mañana para sacarme hasta el último lat. En Riga se emplean otros métodos. ¿Por qué hay tanta policía en el centro? La respuesta es clara: la caza del turista. Turista que mea en la calle, turista que paga. Turista que va borracho... ¡cuidado con esto! Creo haber hablado de esto en publicaciones anteriores: ¡no se puede ir solo y borracho por la calle en Riga! Y bien... ya conozco a la primera víctima, se trata de uno de los franceses. Unas copas de más, un poco de alegría en el cuerpo, pasos un tanto descoordinados... ¡Alto! La policía letona le detuvo, pidió su identificación, tomó su cartera, y así como si nada le robó sus 40 lats de la cartera (60 euros).

Pero esto no es todo para los pobres gabachos... A la semana siguiente la policía les volvió a detener, pero esta vez en grupo. El motivo: la bandera letona. Buscado en google “letonia + españoles” se puede encontrar la archiconocida historia de los españoles que estuvieron a punto de ir a la carcel por coger un par de banderas letonas y pisotearlas. ¿Era un mito? Tampoco lo era. Esta vez nuestros vecinos franceses también se enteraron de que en el báltico con la bandera no se juega. Esta costumbre tan sureña de los Erasmus que compran banderas gigantes de tela y las firman en grupo no sienta bien a la policía letona. Uno de los franceses tuvo la desafortunada idea de salir de fiesta con la bandera escrita y firmada. ¡Acabose! La policía lo detuvo inmediatamente. Afortunadamente sus amigos fueron lo suficientemente perspicaces para tomar una foto del agente y evitar robos como el de la semana anterior. Aun con esto, el chico acabó en comisaría explicando que todas esas frases escritas en diferentes idiomas no eran ninguna ofensa a la patria, sino simples recuerdos Erasmus. Apunto estuvo de pagar una multa de 150 euros tras el juicio, de no ser por la defensa de su profesor de derecho letón, que intervino a su favor.

Y... hablando de la bandera, me paro un segundo: ¿Se puede saber qué demonios tiene de especial una bandera? Cuando veo estas aberraciones, me entran ganas (y con perdón) de coger la bandera española y utilizarla como papel higiénico, todo para demostrar que los españoles somos mucho más tolerantes y sabemos distinguir, creo, lo que es un cacho de tela, y lo que es un sentimiento. Tampoco quiero profundizar demasiado con el tema del patriotismo, pues es algo que me saca de quicio. Es decepcionante saber que en casi todos los países la gente es absolutamente patriótica. Se trata de anteponer tu país ante todo... Y yo, que si mal no recuerdo no elegí nacer donde nací, bien orgulloso estoy de donde fui criado, pero nunca entraría en guerra con nadie ni contra nadie...

El mundo en el que vivimos está lleno de lugares fascinantes por conocer y cantidades de culturas diferentes e interesantes. ¿Por qué no abrir en vez de encerrarse? ¿por qué no entender en vez de defender? Si algo he comprendido después de vivir cinco meses entre letones, georgianos, uzbequistanos, americanos, rusos... y un largo etcétera de nacionalidades, lo resumo en la frase: es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Desafortunadamente no todo el mundo quiere o tiene la oportunidad de vivir una experiencia así para poder entender lo que estoy diciendo.

Quizá alguien sienta temor por venir a Letonia después de todo lo que he dicho. En mi experiencia, puedo decir que todos los problemas a los que he aludido son bastante ajenos a mí. Vivo en una burbuja, en el centro de la capital del país... nada es peligroso, nada es excesivamente pobre. Simplemente constato lo que los propios letones me cuentan y la realidad que veo cuando visito las afueras de la ciudad.

En estos momentos estoy a punto de partir desde Tallín hasta Rusia. Creo que en este blog han faltado un par de publicaciones, al menos, para hablar de mi país favorito, Lituania.
Desafortunadamente no tengo los recuerdos tan cercanos como para plasmarlos de la misma forma que se hace “en el momento”. Supongo que Vilnius no es ningún enclave turístico y esa es una de las razones que me llevan a considerarla mi capital favorita del báltico.

Vilnius, es de hecho la ciudad menos turística de las tres capitales bálticas. Los precios allí son considerablemente más barato. Un ticket ordinario de bus en Riga cuesta 1 euro (aunque hay muchas vías para conseguir descuentos). En Vilnius el billete con descuento de estudiante cuesta 0,35 €. Comer en Vilnius (y ya no hablar de cualquier otra ciudad lituana menos importante) en una terraza curiosa en pleno centro puede costarte 4-5 euros.

Vilnius es una ciudad repleta de iglesias. Los lituanos son los más religiosos del báltico y en su mayoría profesan el catolicismo. Si no me equivoco, los lituanos fueron los más reacios a la Unión Soviética, con lo cual la ciudad luce bien diferente, quizá más al estilo de otras ciudades europeas de Centro Europa.
Y hablando de centro... ¿Sabíais que el centro de Europa se encuentra a pocos kilómetros al norte de Vilnius? Sí, yo también creía que andaba por la República Checa...

Y siguiendo con curiosidades... no puedo dejar sin lanzar una pregunta: ¿alguien ha visto alguna vez a la abuela en el McDonals? La abuela estona es super “cool”. Aquí a mi frente y estos momentos tengo a una casi centenaria abuela estona con su pañuelo, chaqueta gris y medias negras comiendose un Mac Menú... jajjajajaj

Y ya entrados en “chorrerías”: ¿Alguien ha comido en los restaurantes medievales del centro de Tallín? Hace poco más de una hora he visto un hombre con guantes intentando cazar insistentemente una paloma blanca. ¿Os imaginais dónde se metió después? Pues sí... en un furgón con el nombre de un restaurante y dos estonas vestidas de “época” dentro partiéndose la “caja”. ¿Se dedican a vender los estones sabrosa carne de paloma callejera? No vayamos a pensar mal...

Y bien... con esta actualización me debo despedir hasta mi última actualización. Tal y como me han sugerido, escribiré en inglés (¡que tiemble la real academia británica!) aunque no olvidaré la publicación en español por no distorsionar los objetivos del blog.

Nos vemos en Rusia.
PD. Con todo lo que he perdido en la conversión de euros a rublos rusos (pasando por coronas estonas), tenía para diez menús lituanos... :( Me explota la cartera de billetes, y ¡no es nada!
Garasho, da da da, ñet!
Spasibo.

Roberto

miércoles, 19 de mayo de 2010

Una ración de videos a la letona

¡ Hola gente !

Ya que blogger no me permite subir videos, me aprovecho de las ventajas de youtube, pues a parte de ir a velocidad de vértigo, la resolución es muchísimo mejor. Aquí va una muestra de mi recopilación de videos letones. Solo espero que no me censuren, porque el último va algo "calentito".

El primero es una simple grabación de una iglesia (ahora no recuerdo si católica) en Tallín. El cura es un tipo un tanto extraño, que susurra y berrea al mismo tiempo. El meollo está en la parte del final...




El segundo video es un partido amistoso que se disputó hace más de un mes entre Francia y Letonia. Los letones se pasan el partido diciendo algo así como "SARAO", que significa gol... Y Latvija... que es Letonia en letón. Otra curiosidad es el tema de las pantallas. Cada cierto tiempo enfocan a una pareja en el público. Ésta debe besarse... ¡Has de tener cuidado porque a cualquiera le puede tocar!




El tercer video es una muestra de las celebraciones que se pegan los jóvenes letones tras las victorias en hockey de Letonia. Hay que recordar que el hockey en este país es el deporte más importante y la gente se apasiona tanto como lo hacen los españoles con el fútbol.




Y por último... va el video erótico. Me ha quedado muy oscuro y a mala calidad... creo que youtube me ha castigado por subir un video tan grande, y lo ha comprimido. Explico un poco el tema: Se trata del cumpleaños de Levan, el georgiano. Es con diferencia una de las personas más "mal del tarro" que he conocido. Por su gran fama en el hostel.... su celebración de cumpleaños no merecía ser otra. Primero, atado de manos a la silla, con los ojos vendados... y en el centro de una grandísima multitud de gente alrededor (en el video quizá no se aprecia). Hay que decir que las fiestas de viernes de este hostel siempre suelen ser así... cientos de personas de mil sitios diferentes... Espero que disfruteis del video:

viernes, 14 de mayo de 2010

DÍA 6: Llegó el veranoooo!



¡Hola España!

Lanzo nueva publicación, probablemente la más completa de todas por el cúmulo de experiencias y viajes. ¿Os imaginais desde dónde escribo? No, no me escapé de Riga (por el momento)… Estoy en el parque en frente del Edificio Nacional de la Ópera y ¡en camiseta de manga corta! Son las nueve de la noche y el termómetro ronda aún los 20ºC. Y ahora, que cada vez vislumbro más cerca el final, empiezo a recordar cómo fue todo cuando empezó, exactamente a 20 grados, pero en números negativos. Nunca olvidaré ese primer impacto visual ante los montones de capas de hielo y nieve que jamás había visto, aquel frío terrorífico que dolía en cada parte de mi cuerpo que estaba al descubierto…
Igual que en muchos momentos de la vida en los que un libro, una canción o una imagen nos permiten marcar momentos y etapas, en mi caso, la temperatura es el factor que puede definir mis estancia en Riga. Los -20, los -10, los cero grados, los 5, los 10, 15…20… cada uno de estos números me recuerda algo. Como es evidente, hasta el más ciego sabe que esto no puede durar mucho más, y entendiendo que nunca habrá 40 grados… esta gran experiencia me temo que tiene los días contados…
Y bien, acabando con estas divagaciones (que ya sufriréis en su máximo esplendor cuando realmente me marche), voy a centrarme en los viajes que he hecho últimamente.

En primer lugar empezaré por mi visita a Tallín, la capital estona. ¿Qué decir de esta ciudad? Nadie negará que es hermosa, por su tamaño, por su tranquilidad, sus pintorescas casas… Tallín sorprende, y a menos que esperes un gran ciudad al estilo de Tokio o Nueva York, Tallín te gustará.
A pesar de la proximidad con Rusia, Tallín tiene un aspecto mucho menos soviético que Riga. No lo digo con prejuicio, pues como buen viajero no me conformé con solo visitar el casco histórico.

Evidentemente ni en Riga, ni en Tallín, ni en Vilna existe una arquitectura soviética en el centro. Para ser concretos, en el casco histórico de Riga se está demoliendo el que fuera el último de los que quedaban. La influencia de la URRSS en los países bálticos ha sido una absoluta lacra en su desarrollo arquitectónico. Sin entrar a fondo en apreciaciones políticas, debo decir que el impacto de la Unión Soviética en el báltico destruyó de alguna forma la identidad de estos tres países, con lo cual me uno en su sentimiento patriótico ante lo que fue una ocupación injusta. En las tres capitales bálticas (Riga, Tallín, Vilna) existe una clarísima línea que separa el casco histórico de la zona moderna. A mi entender en Riga esta línea separa lo pintoresco de lo a veces gris y en ocasiones sucio y descuidado de sus afueras. En Tallín esta franja viene delimitada por una gran muralla de la que queda aún casi intacta gran parte. Con razón, es considerada una de las ciudades medievales de Europa mejor conservadas (sino la que más). También posee una de las plazas más bonitas de todo el continente.

A pesar de que en las fechas en las que visité Tallín el clima no andaba muy templado (sí, iba enfundado en guantes y bufanda), el sol del domingo fue espléndido y las terrazas de verano del centro ya estaban preparadas, con el consecuente “turisteo” europeo rondando por ahí. Tallín es una ciudad medieval y como es de esperar, los estones no pierden la oportunidad de convertirlo aún más si cabe. Así, es habitual pasear por el centro y ver estonas vestidas de época en las puertas de los restaurantes ofertando menús tradicionales en un ambiente lúgubre, con grandes ruedas, mesas de madera, velas… También existen pequeños puestos de madera en donde se venden frutos secos garrapiñados e incluso ofrecen dianas para practicar el tiro con arco en las murallas. En Riga y en menor medida en Vilna también se intenta vender cierta imagen medieval, pero en ningún caso llega al extremo de la ciudad de Tallín.
La parte moderna  también puede sorprender, en especial a aquellos turistas que visiten esta ciudad con la impresión de que todo es antiguo y pintoresco. Para mí, como “habitante” de Riga, ver la ciudad nueva de Tallín fue toda una sorpresa: rascacielos, pantallas gigantes, luces de neón… Por supuesto Tallín no es Londres, pero este reducido núcleo moderno, al menos a mi gusto, es también un atractivo sumado. Decir que incluso las partes menos turísticas de Tallín son capaces de hacer sombra a Helsinki, que se encuentra a pocos kilómetros al norte y presume de ser uno de los privilegiados países nórdicos. Sin embargo, he de advertir al que viaje al Báltico que en todas las capitales, la impresión primera puede ser desagradable, pues las afueras de todas las ciudades tienen un aspecto pobre y a veces decadente. No se debe olvidar que el sueldo de medio en los países bálticos ronda los 300 y pico euros. Este dato es un poco confuso para el turista, pues ante un salario tan bajo uno espera precios a medida… y eso no ocurre. ¿Por qué? Salario medio significa media ponderada entre toda la población del país. Igual que Letonia no es Riga, Estonia tampoco es Tallín. En general, mi percepción es la de que los tres países bálticos, más allá de las capitales, son campo y pueblo. Visitar cualquier otra ciudad fuera de la capital, demuestra que los precios de los productos son realmente baratos, que las posibilidades de ocio son escasas, y que lo que ellos consideran ciudad es tan solo una pequeña villa. Por esta y más razones, ¡adoro los países bálticos!
Antes de pasar a escribir sobre la tercera y última capital báltica sobre la que no he escrito (Vilna), no me olvidaré de hablar sobre la ciudad en la que vivo, Riga.
El pasado 4 de Mayo se celebró el día de la declaración de la Independencia de Letonia. Tanto anuncio por las calles, tanta historia… el evento me decepcionó. Pero claro, debí entender que el día de la proclamación definitiva de la independencia del país no llegó hasta noviembre, fecha en la que las celebraciones si llegan a mayores.

Tras días de primavera, el 4 de Mayo amaneció terrorífico, gris, jodidamente frío. Tuve que volver a sacar bufanda y guantes para no congelarme ante los insípidos cánticos de un pequeño coro situado cerca del Monumento de la Libertad… Eventos dispersos por toda la ciudad, pero ninguno lo suficientemente contundente como para decidirme. Quizá no elegí el correcto, pero al menos tuve la oportunidad de comer nariz de cerdo (AAAAAAAGGG!) y ver un grupo de felices letones y letonas bailando entre flores evocando ambientes bucólicos y campestres. Como curiosidad, los billetes letones contienen imágenes del campo. Y ahora es cuando se me vienen de golpe las palabras de mi jefe: “¡en este país todos tienen mentalidad de granjero!”… Pues bien, sin firmar tan atrevidas afirmaciones, no me posiciono al respecto… Granjeros o no, el país es lo que es, y no es difícil darse cuenta del sufrimiento que ha vivido, bien reflejado en las caras de las ancianas, señoras que (cito de nuevo a mi jefe) “tienen muchos cojones y no temen a nada ni a nadie”. Tras las devastaciones continuas en las sucesivas guerras y diferentes ocupaciones, independencias y reocupaciones, Letonia es un país pequeño, independiente y que lucha por modernizarse en la nueva Europa. También, en estos duros momentos, se da de la mano con España tratando de combatir la alta tasa de desempleo y salir de la grave crisis de la que afortunadamente ya está empezando a despegar….


(Brevemente…. 2ª parte del artículo)

PD. Todas las fotos fueron tomadas en Tallín en el mes de Abril.

¡¡¡ RAYOS Y RETRUÉNCANOS !!! Han desactivado la opción de subir videos.... ¿Qué haré con mi video sobre lo que pasa en las iglesias estonas? ¿y el de la stripper rusa enfermera?


¡VISU LABU!

jueves, 29 de abril de 2010

DÍA 5: Más al norte me voy...


¡Hola gente!

Sigo, sigo en pie de guerra. Esta es ya la quinta publicación y prometo no dejarlo. Eso sí, que nadie espere actualización semanal... básicamente es imposible. En las últimas semanas he observado que gente fuera de mi entorno personal también está leyendo mi blog: viajeros españoles en Letonia y viceversa. Esto supone para mi una responsabilidad adiccional, pues si de verdad puedo servir de referencia para futuros viajeros en este país, me gustaría hacerlo de la mejor manera posible (a pesar de mi notable falta de tiempo). No obstante, me alegro de que toda la gente que ha estado en Riga coincida en que la información que escribo es bien verídica. También agradecer a la gente que me sigue, aunque no “postee” comentarios.

Tras dos meses y medio viviendo en Letonia, Riga se queda pequeño como para seguir contando mucho más. Por supuesto que lo haré, pero a partir de ahora y dado el buen clima que está viniendo, empezaré a recorrer sin parar cada fin de semana diferentes rincones del país o de fuera de él.


Riga, aunque pueda sorprender, es un lugar bastante turístico. Es algo que estoy observando día a día con la llegada progresiva de mas y mas turistas... Letonia no es para nada ese país gris nórdico que los sureños pueden imaginar (tampoco se puede considerar nórdico, sino báltico). Para mi sorpresa, aquí luce casi tanto el sol como en Gijón, por no decir que para mí el clima que está llegando es perfecto: sol en su justa medida y temperaturas suaves. En pocas semanas el cambio ha sido bastante fuerte. Es por eso que gran parte de la gente que conozco, incluido yo, sufrimos el cambio de las temperaturas con horrorosas e interminables gripes que afortunadamente ya se fueron. De la noche a la mañana, el río helado, las abundantes capas de nieve cubriendo las aceras... todo se fue. De este modo y pasada la fea etapa del deshielo, todo luce diferente... basicamente estoy descubriendo una nueva Riga. Pensé que todo era más idílico cubierto de blanco, sin embargo el tiempo no me ha dado la razón. Riga luce muchísimo mejor sin nieve... y especialmente ahora que el verde de los árboles y la hierba empieza a brotar. Los parques empiezan a tomar consistencia y los letones están empezando a plantar flores por doquier. La tradición de las flores en los países bálticos, además de ser una costumbre muy vistosa, es algo que sorprende al viajero. Cada día surgen más y más puestos ambulantes de rosas y amapolas, a parte de los souvenirs (a precio  de escándalo a mi entender). También los letones trabajan duramente para preparar las terrazas de verano. En cuestión de días todo se ha llenado de preciosas terrazas en las cafeterías del casco histórico. También parecen estar remodelando y demoliendo algunos edificios viejos, con lo cual entiendo que ante la crisis el gobierno apuesta fuerte por el turismo como vía de escape. Las mismas frías calles que en Enero estaban prácticamente vacías son ahora recorridas por cientos de turistas (o letones que se animan a salir más).

Para el que no lo crea: el sol en Letonia (como decimos en Asturias) también “pica”. Por el día hemos llegado a los 17 grados, mientras que por la noche se pueden alcanzar sin problemas los cero o números negativos. De momento no se puede dejar la cazadora en casa, especialmente si vas a estar mucho tiempo fuera, pues en el momento que el sol se va la bajada es repentina.

En mi aun escasa experiencia viajera por Letonia he podido observar que fuera de Riga las ciudades son radicalmente diferentes. Concretamente puedo hablar de Jurmala, Jelgava y Sigulda. Jurmala es la ciudad de verano letona por excelencia como ya comenté en alguna publicación anterior (en cualquier caso, llegado el verano me podré extender más hablando sobre cómo es la playa aquí). Por otra parte Jelgava es una ciudad prácticamente residencial, destruida y posteriormente reconstruida en tiempos de postguerra. Aparentemente no ofrece nada al viajero, aunque pueden visitarse tres Iglesias vistosas, en especial una de ellas que recuerda al estilo ruso con sus cúpulas redondeadas (imagino que ortodoxa). Hasta el momento las iglesias ortodoxas que he visitado son para mi gusto las más bonitas de todas. Las iglesias católicas en Letonia no parecen tener muchos lujos en su interior; según tengo entendido se produjeron grandes robos en tiempos pasados en los cuales las iglesias fueron despojadas de toda ostentidad (situación muy diferente a España o Italia, donde hasta los rodapiés están hechos de oro). 

Más allá de los templos religiosos, Jelgava es vivienda y algún supermercado aislado, nada más... Resulta sorprendente que una de las ciudades principales del país carezca de tiendas, y en general, ofrezca tan poca posibilidad de ocio. Por el lado positivo, ciudad bien tranquila que puedes visitar de noche sin la menor sensación de peligro (o al menos yo no la tuve). También puedes encontrar precios muy baratos, gente más amable, menor uso del inglés, y pasteles ricos (¡en la gasolinera!). Siempre es un placer conocer lugares no turísticos.

La tercera ciudad que he visitado en Letonia es Sigulda. Especialmente famosa en invierno por su estación de esquí, ahora en primavera es un lugar básicamente de retiro y ocio sano. Sigulda es un bonito “pueblo” con casas muy separadas, amplios jardines y extensos parques donde la gente hace mucho deporte, sobre todo ciclismo. En esta villa se encuentra el Parque Nacional de Gauja, la reserva más famosa del país. Desafortunadamente en domingo me encontré con todo cerrado. A cambio, pude visitar alguna Iglesia, el castillo y tambien montar en teleférico. La imagen más curiosa: 17 grados, sol y aun restos de nieve (¡el clima letón está chiflado!). Espero volver entrado el verano, pues por lo que ví se ofrecen deportes de riesgo (en diferentes niveles), trepando, pedaleando y saltando entre el bosque... "Interesants!" 

Cambiando de tercio, debo decir que ya me gané el título definitivo de “fisher man” (el hombre del pescado). Para el que no lo sepa, la historia es que cada vez que preparo pescado en el hostel se produce una catástrofe. Todo empezó hace un par de meses cuando tras mantener en el frigorífico pescado en conserva por más de tres semanas me dió por freirlo en la sartén (¡ya sé que no se fríe, pero a mi me gusta así!). La cuestión es que en pocos segundos el fedor que empezó a salir de la sartén fue tal que solo pensé en abrir la ventana lo más rápido posible y tirar el pescado sin que nadie se enterase. Demasiado tarde... la “peste” fue tal que transpasó las puertas de la cocina y toda la gente que estaba sentada en la zona comunitaria empezó a volverse loca. Habría algo así como 20 personas... pero cinco minutos después solo eran cuatro. En la cocina no había ser humano que parase entre el aroma del pescado y los menos no se cuantos grados que entraban por la ventana... Mientras, yo en la cocina aguantando por no reconocer que el culpable de tal catástrofe natural era el “spaniard”... Sin embargo todo esfuerzo fue en vano. Me gané el título de peor chef, y aún más porque la siguiente vez que cociné pescado de nuevo ocurrió algo parecido. La segunda vez había comprado pescado fresco en el mercado (la pieza más barata) y así pues, el resultado de nuevo fue el que fue. Que si un día vamos a LIDO a cenar, que si te invito a curry, que si come con nosotros... ¡Oh no, el truchote lleva tres días en la nevera!. Cuando me puse a hacerlo al horno de nuevo la misma historia... Fracaso de nuevo. La tercera vez la historia fue distinta. Yo y Misha (alemán) compramos en el mercado dos pescados (no me pregunteis qué tipo), pero esta vez vivos. Es una barbaridad, lo sé. Nunca he visto vender el pescado vivo en España. Aquí lo tienen coleando en la lonja a veces con agua o sin ella. Pues bien, poco más de un euro por dos buenos ejemplares y cocinados el mismo día, esta vez creí no podía fallar.... Y así fue, no falló, pero el espectáculo de matar el pescado fue digno de película. Diez personas en la cocina para matar los malditos pescados. Nos liamos a “mamporrazos”, cortamos las cabezas... aquello parecía una auténtica carnicería. Y bien, dos horas de preparación para comer cuatro bocados... Como diría el famoso Levan: “total bullshit!”.

Y hablando de “bullshit”... No debo olvidar mi visita a Finlandia la pasada Semana Santa (sí, ya se que voy con retraso). Un consejo: ¡no vayais a Helsinki! Creo que es con diferencia la capital más fea que he visto. A riesgo de que alguien me crucifique, mi opinión es que después de gastar mis cinco preciados días de vacaciones allí no había absolutamente nada interesante que hacer. Evidentemente cada día soy más consciente de lo que influyen las condiciones humanas y medioambientales a la hora de juzgar una ciudad. Cierto es que recaí de mi gripe en Helsinki, que hacía un frío horrible, que no paró de llover, que la nieve estaba toda sucia y deshaciéndose, que en los cinco días no ví el sol ni en la TV... Pero ir a la oficina de turismo y que te recomienden como actividad “ir al cine” no dice mucho a su favor. Creo que el único edificio bonito que ví es la catedral (y bonito por fuera, todo sea dicho). Eso, lo sonrientes que son las dependientas en las tiendas (por imposición) y los cepillos de tres cabezas para limpiar las botas, son algunas de las pocas experiencias positivas que me llevo de la ciudad. Vale, ¡no seré injusto!... También me gustó el barco hacía la isla de Suomelinna rompiendo el hielo a su paso (y lleno de españoles), el afable acento finés, las finesas bañándose en un jacuzzi en la calle, el transporte y los conejos que repartían gratis chocolatinas y bio-bífidus activo... Mmmm haciendo un esfuerzo, también el edificio del parlamento tenía su encanto, además de la famosa escultura del órgano de hierro (en el cual introduje la cabeza). Y bien, fuera de eso poco más: ciudad sorprendentemente descuidada, edificios sucios, ni arquitectura antigua ni moderna: un absoluto sin sabor. Por ser Semana Santa también muchos edificios públicos estaban cerrados. Por otro lado cabe mencionar los precios: ¡se te cae el ojito! A la checa y a mí nos dió un ataque de risa tremendo cuando preguntamos el precio por una exposición de coches, creo que con esto y los conejos el viaje quedó algo más compensado. (Que conste que la propia vendedora de tickets también se rió). El polaco se pasó regateando souvenirs todo el viaje...

Mención aparte tiene el precio del alcohol en Finlandia: ¡hasta 40 euros por un litro de vodka!, 56 por el champán... El alcohol en Helsinki no se vende en los establecimientos normales, solo hay una cadena que tiene permiso para hacerlo. El gobierno finés no quiere que sus compatriotas se la pasen bebiendo durante los largos y grises inviernos, por eso aplica tasas de lujo para un producto que aun así sigue siendo de gran consumo en el país. El tema del alcoholismo en Finlandia no es algo banal. Los  finlandeses reconocen que el otoño es especialmente depresivo, de hecho Finlandia tiene una alta tasa de suicidios. La propia chica finesa que amablemente nos invitó a mí y a diez personas a su casa de verano en las afueras de Helsinki, reconoció que en invierno a veces es reconfortante ver nieve, pues el blanco resplandor proporciona luz en los largos días grises y oscuros...

Cambiando de tema hacia aspectos “positivos” del país, hablaré del sistema económico. Los impuestos en Finlandia son bestiales. Si vives en Finlandia tendrás un sueldo de lujo, pero el gobierno de turno vendrá cada mes a retenerte entre un 40% o 60% en función de lo rico que seas. Es decir, si ganas más te quitará más... Conclusión: en Finlandia no existen ricos ni pobres, solo clase media. ¿Justo? Supongo que más justo que la situación letona sí debe ser. En Letonia el sistema económico es el siguiente: en los gabinetes del gobierno los sueldos son de 5000 lats, existe corrupción, muchas empresas no pagan tasas, hay montones de coches de lujo por el centro que te quitan el sentido, el paro está por las nubes, hay gente pidiendo por las calles en cada esquina del centro, las jubilaciones son de 150 lats/mes, sanidad privada, jornadas que se extienden mucho más allá de las 8 horas... Con esto quiero decir que en cierto modo todos podríamos aprender un poco de Finlandia, aunque no deje de sorprender que ni la propia residencia presidencial luzca mejor que el chalet de Belén Esteban. ¿En qué se gasta el gobierno finés el dinero? Quizá en educación, transporte... Un ejemplo a seguir, pero... ¡fineses, arreglad esos edificios!

PD. En proximas publicaciones hablaré del cumpleaños de Levan (con striptease de enfermera rusa incluído, postearé video aún con temor de que me lo censuren), visita a Tallín (Estonia) y la posible visita el próximo fin de semana a la prisión de Karosta (viviendo la experiencia como un preso).

Hasta entonces... Y en espera de más noticias bálticas jugosas, ¡me despido hasta la próxima!.

VISU LABU !!!

Música letona




Republic - Strelniece


Kad zinu to, ka mīla ir galā,
Kad kaķis staigā tur kur tam tīk
Mēs bučosimies kanāla malā
Mums uzlīs lietus pavasarīgs.
Kad saule negribīgi ies dusēt
Mēs sadzirdēsim kā klusums dzied
Ne es, ne tu, ne viens te nav vainīgs
Kas viegli atnāk, viegli prom iet.

Es tev stāstīšu visādas blēņas
Par sapņiem lazdu okeānā
Un piedāvāšu parkā iet sēņot
Lidot paari Rīgai orkānā.
Vēl iemācīsimies raudāt klusu
Ne čiku un ne grabu prom bēgt
Tad aizkuģosim uz Santa krusu
Kur, dzidrumā pēc pērlēm var lēkt.

Jo, kas bultu izšauj vai pats no bultas krīt
Kas vienmēr staigā apkārt tur kur pašam tīk
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Še tev mana roka, še tev mana sirds
Vai tas ir tas ko gaidīji, vai vecais labais flirts
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!

Draugi pārmetīs mums cinisko noti
Un teiks, ka lietas kārto citādāk
Bet mēs abi zinām ļoti, ak, ļoti
Ka spēlēt spēles tā ir atklātāk
Un kad rasā mazgāsim mēs pēdas
Un augšā spīdēs apaļš balts loks
Aiz smaidiem noslēpsim mēs pēdas
Tas bija varen` izdevies joks.

Jo, kas bultu izšauj vai pats no bultas krīt
Kas vienmēr staigā apkārt tur kur pa�am tīk
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Še tev mana roka, še tev mana sirds
Vai tas ir tas ko gaidīji, vai vecais labais flirts
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!

Kad zinu to, ka mīla ir galā,
Kad kaķis staigā tur kur tam tīk
Mēs bučosimies kanāla malā
Mums uzlīs lietus pavasarīgs.
Kad saule negribīgi ies dusēt
Mēs sadzirdēsim kā klusums dzied
Ne es, ne tu, ne viens te nav vainīgs
Kas viegli atnāk, viegli prom iet.

Jo, kas bultu izšauj vai pats no bultas krīt
Kas vienmēr staigā apkārt tur kur pa�am tīk
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Še tev mana roka, še tev mana sirds
Vai tas ir tas ko gaidīji, vai vecais labais flirts
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Kad zinu to, ka mīla ir galā,
Kad kaķis staigā tur kur tam tīk
Mēs bučosimies kanāla malā
Mums uzlīs lietus pavasarīgs.
Kad saule negribīgi ies dusēt
Mēs sadzirdēsim kā klusums dzied
Ne es, ne tu, ne viens te nav vainīgs
Kas viegli atnāk, viegli prom iet.

Es tev stāstīšu visādas blēņas
Par sapņiem lazdu okeānā
Un piedāvāšu parkā iet sēņot
Lidot paari Rīgai orkānā.
Vēl iemācīsimies raudāt klusu
Ne čiku un ne grabu prom bēgt
Tad aizkuģosim uz Santa krusu
Kur, dzidrumā pēc pērlēm var lēkt.

Jo, kas bultu izšauj vai pats no bultas krīt
Kas vienmēr staigā apkārt tur kur pašam tīk
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Še tev mana roka, še tev mana sirds
Vai tas ir tas ko gaidīji, vai vecais labais flirts
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!

Draugi pārmetīs mums cinisko noti
Un teiks, ka lietas kārto citādāk
Bet mēs abi zinām ļoti, ak, ļoti
Ka spēlēt spēles tā ir atklātāk
Un kad rasā mazgāsim mēs pēdas
Un augšā spīdēs apaļš balts loks
Aiz smaidiem noslēpsim mēs pēdas
Tas bija varen` izdevies joks.

Jo, kas bultu izšauj vai pats no bultas krīt
Kas vienmēr staigā apkārt tur kur pa�am tīk
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Še tev mana roka, še tev mana sirds
Vai tas ir tas ko gaidīji, vai vecais labais flirts
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!

Kad zinu to, ka mīla ir galā,
Kad kaķis staigā tur kur tam tīk
Mēs bučosimies kanāla malā
Mums uzlīs lietus pavasarīgs.
Kad saule negribīgi ies dusēt
Mēs sadzirdēsim kā klusums dzied
Ne es, ne tu, ne viens te nav vainīgs
Kas viegli atnāk, viegli prom iet.

Jo, kas bultu izšauj vai pats no bultas krīt
Kas vienmēr staigā apkārt tur kur pa�am tīk
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!
Še tev mana roka, še tev mana sirds
Vai tas ir tas ko gaidīji, vai vecais labais flirts
Kas vienu skropstu piever un pēc tam otru ver
Kas zēnus tin ap pirkstu Hei glābjas kas vien var!





Brainstorming - Welcome To My Country

Beautiful mornings,
beautiful nights,
amazing colors of the twilight
Memories whisper,
memories sigh
You and I together
before you said goodbye
Welcome to my country
but here you don't belong
Stay with me forever, stay as long as you want
Welcome to my country
but here you're bound to fall
Don't you hear me crying, don't you hear my call
Imaginations
Illusory date
I came with flowers
I guess I came too late
Like a praire fire
you made me see
That the bridges are burnt down
and I got down on my knees
Welcome to my country
but here you don't belong
Stay with me forever, stay as long as you want
Welcome to my country
but here you're bound to fall
Don't you hear me crying, don't you hear my call
Beautiful mornings,
beautiful nights,
amazing colors of the twilight
Time's kind of passed by
as I remember the past
Where are you now
I cried out at last
Welcome to my country
but here you don't belong
Stay with me forever, stay as long as you want
Welcome to my country
but here you're bound to fall
Don't you hear me crying, don't you hear my call?

lunes, 22 de marzo de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

DIA 4: Melting snow...

¡Hola gente!

Lo sé... he tenido esto muy abandonado, pero este fin de semana he hecho un esfuerzo por actualizar. Ha pasado tanto tiempo que supongo que podría contar muchísimas cosas. Hacerlo en detalle me llevaría demasiado trabajo. Quizá debería reducir la cantidad e incluso calidad de mis entradas con el fin de informar un poco más...

Decir que hace unas semanas tenía preparado un artículo casi listo para publicar, pero por problemas de la conexión y posterior falta de tiempo no pude, por tanto ya se me queda el contenido demasiado antiguo y sería publicar sensaciones demasiado pasadas.

Con el paso del tiempo, por supuesto he adquirido una opinión mucho más madura del país en donde vivo: La diferencia entre turista y residente es mucho mayor de lo que me imaginaba.
El turista NUNCA puede llegar a tener una opinión suficientemente contrastada de los sitios que visita: un día de sol puede hacerte pensar que estas en una ciudad maravillosa, un día de lluvia puede llevarte a creer que has llegado al lugar equivocado. Ni tanto ni tan calvo, conocer una ciudad, igual que conocer a las personas, intregrarte en la cultura, conocer un lenguaje, etc... lleva tiempo. No soy el hombre que más sabe de Letonia, ni el que menos. Tan solo he vivido y convivido en Riga con montón de gente de diferentes culturas y países durante dos meses. En inglés, la situación que estoy viviendo tiene una definición bien exacta: "melting pot".

Letonia es un país de contrastes: de precios locos, de gente amable y desagradable, pobres, ricos, guapas y feos, de blanco y negro... En definitiva, un país realmente interesante. Si un turista medio llegara en estos precisos momentos a Riga, de seguro se llevaría una impresión muy negativa de la ciudad y su gente. En estos momentos la ciudad está en uno de sus peores momentos: Después de una semana de nevadas muy intensas, las temperaturas de repente se han disparado a valores por encima de los cero grados (lo cual aquí es calor)... Esto significa que toda la nieve que tapaba las calles totalmente días atrás está deshaciendose. Esto supone que todo está humedo, encharcado, marrón... la poca nieve que queda está sucia, amarronada, grisácea... El día tampoco acompaña: es gris y por primera vez llueve (¡hay gente con paraguas!). En estos momentos tengo la sensación de haber vivido tres inviernos: el comienzo del asturiano, el letón y ahora de nuevo otro asturiano.

El clima afecta seriamente al ser humano. La gente en los países bálticos es fría, como frio lo es el tiempo. Aun tengo en mi mente la imagen de ese bebé en carricoche al que sonreí (tal cual hacemos en España), a lo que una mirada absolutamente fría y congelada respondió. Creo que en ese momento comprendí que el carácter de las personas es en gran medida algo cultural y se desarrolla bien temprano. En días grises yo también me veo afectado y en soleados me siento contento y soy extovertido; sureños o del norte, a todos nos pasa. No obstante, no quiero dar la sensación de que Letonia es un país gris. Todo lo contrario, las dos semanas pasadas si bien nevó mucho, gran parte de los días disfrutamos de un sol radiante (es por ello que he podido sacar fotos bien bonitas).

Volviendo a la situación del país: Letonia es un país totalmente en banca rota. Sin embargo, los precios siguen locos. Me refiero: salarios de los funcionarios recortados a la mitad, condiciones laborales de explotación, precios de los productos básicos ligeramente inferiores a los españoles, ropa y productos electrónicos caros... Es inexplicable cómo la gente puede vivir. Hablamos de crisis en España, pero me gustaría que alguien experimentara esto para saber lo que es realmente crisis y lo que es quejarse por vicio... Aquí hay muchísima gente sin techo y con poco que comer. Eso, a unas temperaturas tan duras como estas, supone una situación de peligro para mucha gente sin techo. En las ocasiones que me he alejado algo de las zonas más turísticas, es increíble ver lo pobre que es la gente y las condiciones tan deprimentes en las que viven. El sueldo letón medio debe andar por los 400 euros, aunque quizá en Riga sea algo mayor. Conocí a una guía de hostel que cobraba 1,5 lats por hora trabajando doce horas al día. Es decir, 2.1 euros la hora...
Imagino esta situación de pobreza en España, y creo que nadie saldríamos vivos por entre las calles. Aquí, para lo que es la situación, la convivencia es buena y nunca he tenido problemas. Que no cunda el pánico, ¡Riga no es peligroso!

La picardía española en Letonia no es tan acusada. En situaciones similares, los españoles intentaríamos sacar dinero por todas partes, aquí también se hace, pero no de la misma forma que podría imaginar en un país del sur. Riga es conocida por ser la Bangkok europea: en otras palabras, las discotecas están repletas de chicas exuberantes que son prostitutas. En cualquier caso, tan solo es cuestión de aplicar el sentido común para saber quienes lo son y quienes no, o cómo debes comportarte para que no te ofrezcan masajes eróticos, sexo a precios de escándalo o que los mendigos te pidan limosna (por cierto, la niña del letonorcista ha venido a mí muchas veces más sin éxito por su parte). Simplemente es cuestión de cabeza, en todo este tiempo nunca he tenido problemas. Este tipo de gente huele a los turistas, su forma de mirar... Cuando vives en una ciudad, adquieres un comportamiento distinto.

En Letonia está prohibido beber bebidas alcohólicas en la calle o tan solo mostrarlas al exterior si no están dentro de una bolsa. También está prohibidísimo mear en la calle. ¿Qué ocurre? La cultura en España es distinta. En España se mea en la calle... suena feo decirlo, pero es así. Los días de fiesta se mea entre los contenedores y en general, cuando entra el "apretón" se hace, todo a pesar de que hay mil cafeterías y bares en los que entrar y hacerlo. En Letonia, a parte de que se te puede congelar alguna parte noble... te puede caer una multa de 10 lats (14 euros). Sin embargo, existe una tarifa de turista que es 20 lats (muchas veces cobrada por los policías en dinero negro). También existe la tarifa de turista borracho, pues debido a la crisis, los policías se andan con mucho ojo para sacar los cuartos a los extranjeros que se pasan de listos. De nuevo una palabra: cabeza. En cualquier país civilizado, si aplicas el sentido común, nada de esto tiene por qué pasarte. Riga ofrece experiencias maravillosas al viajero si éste se comporta civilizadamente y no espera que la cultura sea igual a la del país del que procede (para eso, bien puedes quedarte sentado en tu casa). Cuando vives en un lugar nuevo, debes respetar la cultura del nuevo país y con esto, de seguro no tendrás ningún problema: Como mucho, los mismos que podrías vivir en tu propio país, lo cual ya depende de tus habilidades sociales y buena suerte.

Una curiosidad, ¿sabiais que en Letonia se separan letones y rusos en el colegio? Tanto en los países bálticos como en gran parte de Asia, el ruso tiene un papel fundamental. En Letonia todo el mundo habla o al menos comprende ruso, sin embargo no ocurre así con el letón. En términos porcentuales, el 40% de la población es de origen ruso, el resto locales. Evidentemente desde el gobierno se intentan políticas para combatir el ruso e implantar el letón. Esto provoca conflictos por ambas partes: gran parte de los letones odia a los rusos y éstos a su vez a los letones. Para echar más leña al fuego, en Rusia las importaciones procedentes de Letonia o Lituania están bloqueadas. Por otro lado, desde el gorbierno letón la justificación ofical de la separación de ambos grupos en la escuela es: "en un grupo de letones, con que tan solo haya un ruso, hará que todos hablen en ruso". Y bien, cierto o no, la sociedad se sigue dividiendo así en todos los aspectos de la vida: restaurantes rusos/letones, discotecas rusas/letonas... No es un temal banal, casi todas las personas de origen ruso o letón que he conocido tienen un posicionamiento: "los letones no son agresivos, sino los rusos cuando beben", "los rusos son gente alegre, los letones son secos y responden de malas formas", "¿por qué tengo que aprender letón en la escuela si soy rusa?"... Frases como estas son típicas entre locales y he tenido ocasión de escucharlas, no se trata de ningún tipo de invención...

Pues bien, cambiando de tercio hacia temas más distendidos... No es mi intención aburrir o de que alguien se canse de escuchar mi propia visión de Riga, por tanto también hablaré de acontecimientos y mis relaciones personales aquí.
Algún día trataré en detalle este tema. De momento decir que sé que me llevaré algunos amigos de aquí. Hay muchísimas personas a las que conozco, y se que las relaciones serán mas intensas justo en el momento que me vaya, pero de seguro se que la experiencia habrá merecido la pena.

Durante todo este tiempo en el hostel hemos hecho diferentes comidas culturales. Desafortunadamente no tengo demasiadas fotos de estos encuentros, por lo que a partir de ahora prometo pegarme más a la cámara en estas ocasiones. Que recuerde, me han invitado a degustar comida italiana, de Sri Lanka, georgiana, rusa, letona, sushi... Y en otras muchas ocasiones simplemente platos internacionalmente conocidos. Cocinar para todos es una sana costumbre que estoy aprendiendo aquí. Es algo solidario y que realmente nos hace ahorrar, puesto que cocinar para más personas es siempre más económico. En gratitud a todos estos platos, yo también decidí organizar mi propia cena gastronómica. Así, a parte de la primera "sangría party" que los dos españoles que estamos en el hostel organizamos, hace un par de días yo mismo preparé unas cuantas tortillas y arroz con leche para el resto. Empleé algo así como tres o cuatro horas y varias cajas de huevos, leche y aceite, pero el resultado bien mereció la pena, en especial porque casi todo el mundo me felicitó especialmente por las tortillas, que a decir verdad salieron en su punto. Con esto, pude subir el pabellón español y demostrar que no era el mal cocinero que todos pensaban después de algún desastroso y desafortunado incidente con el pescado.

Cambiando de tercio, debo mencionar la visita de un amigo, Chamo. Hace una semana él y sus amigos pasaron cinco días por tierras letonas, venidos desde alemania. Lamento que se llevaran una mala impresión del país debido a que toparon con todas las prostitutas y mendigos posibles... La explicación: grupo de solo hombres, españoles y mucho ruido... Para los letones el ruido excesivo en determinadas situaciones es muy ofensivo. No obstante, creo que todos nos llevamos la experiencia positiva de haber conocido a los locos ingleses (uno de ellos pidió matrimonio a la camera de Albert's pub, jajjaj). También fue memorable la visita a Jurmala, de la que todos nos hemos llevado un buen recuerdo. Jurmala es el lugar de vacaciones de los letones en verano, ese donde tuestan sus blancos cuerpos al sol y donde se refrescan en el agua; todo ello a pesar de que en invierno el agua está absolutamente congelado (especialmente este año). Es por eso que tuvimos la ocasión de andar sobre las aguas del báltico helado sin peligro alguno y disfrutando de un día de sol radiante, por lo cual las fotos que tomamos fueron increíbles (como podreís observar).

También comentar la visita a Lituania, pues ha sido otra experiencia inolvidable. Esto es algo que ya había oído previamente (así que espero que no sea un prejuicio mío): mi impresión es que los lituanos son tremendamente más amables que los letones, lo cual no quita que mantengan las distancias de primeras. Los bálticos son personas poco expresivas y de comportamiento pasivo pero amables, pues te ofrecen todo lo que tienen sin pedirte nada a cambio. Cuando les conoces un poco más, sabes que son iguales que tú.
En resumidas cuentas, la historia es que, sin comerlo ni beberlo, acabé en una pequeña ciudad lituana (Panavenezys) con gente que conocía de poco, tan solo me invitaron en un gesto de tremenda amabilidad y por supuesto accedí. En compañía de Aivaras, Cristina y Karina pude disfrutar de una ciudad con poco encanto, industrial, pero interesante por lo que me contaban de ella. Lituania es un país también en crisis pero mucho menos pobre (no ví mendigos), de salarias bajos pero más altos que los letones y precios muy baratos (al menos para mi bolsillo). Lo más curioso de todo es que los padres de Aivaras estaban esperándome con una gran sopa lituana (carne, queso, verduras). También me ofrecieron dormir porque se hizo tarde, y por si no era suficiente, a la mañana siguiente me ofrecieron un gran desayuno con tortilla de bacon y otras especias, añadido a otro nuevo tazón de sopa lituana. ¿Alguien se puede imaginar la misma situación en España? Sin conocerme me dieron de todo ¡hasta zapatillas y un cepillo de dientes nuevo!... Evidentemente no me lo podía creer. La madre no hablaba inglés, pero gracias a las traducciones simultáneas de mis amigos lituanos, todo quedó resuelto. Sin duda, una de las mejores experiencias que he vivido desde que estoy aquí...

Ayer y a pesar de no andar en las mejores condiciones de salud, disfruté de una de las mejores fiestas en el hostel. Un grupo de once uzbecos celebraron eso del (antiguo) nuevo año asiático en compañía de todos los demás. En su cultura, celebran el nuevo año dos veces (la primera vez el 1 de enero, y la segunda, el 21 de marzo, pues por tradicción se celebraba el nuevo año el día en el que la noche y el día tenían las mismas horas). Son gente que decidieron venir en comuna a finalizar sus estudios aquí (siendo todos amigos previamente). Evidentemente en su cultura el concepto de "grupo" cobra un papel mucho más fuerte que en la nuestra. Fue increíble, pues si bien siempre han "ido por su cuenta", ayer integraron a toda Europa en una sola nación en la mayor reunión colectiva que recuerdo en este hostel. Me sorprendió la comida, grandes cantidades de carne, ensalada y diferentes pasteles, todos ellos hechos de forma artesanal. Después llegaron los bailes uzbecos y canciones tradicionales. Fue una fiesta sana, sin alcohol, diferente e interesante.

Como se que las palabras siempre se quedarán en el aire, intentaré dar cada vez más importancia a los videos y las fotos, pues son recuerdos que hablan por si mismos de forma objetiva. Espero que los disfruteis.

PD. Mucha gente me ha dicho que me lee y espera mis actualizaciones. El gran motor que me empuja a escribir son mis lectores, así que por favor, si me has leído deja constancia por escrito. Para mí es absolutamente gratificante leer el 'feedback´de mis impresiones, pues al fin y al cabo esto es la red y se trata de compartir impresiones...

Un saludo a todos y gracias por seguirme.

Visu Labu,
Roberto